Estoy hasta los huevos de todos vosotros. Que cojones haces mirando mi blog. Es mi blog, no el tuyo.Y no me gusta que le mires. Estás poniendo cara de invécil. Mejor dicho, esa cara, tu cara de invécil, la veo siempre. Siempre cuando te miro veo esa puta cara. Cara de invécil.
Pero aunque te insulte. Aunque te falte al respeto. Continuarás viendo mi blog con esa cara de invécil. Eres un morboso. Un ignorante. Un retrasado. Eres un cara de invécil. Pero te gusta. Incluso, depende de tu personalidad, te estarás acojonando. Pero si te gusta ser un puto retrasado, te estarás riendo. Ja, ja.
No me gusta. Odio. Odio tu puta cara de invécil. Y sigues. Continúas. Continúas viendo éste, mi artículo, que no es el tuyo. Ni de nadie. Es mi artículo. Y no me agrada para nada que le veas. Que le critiques. Odies. O te dé ganas de defecar. Vomitar. Si mañana me ves, no me hables. Ni me dirijas la palabra. Pasa de mí. Ignoramé. Ignoramé como yo lo hago contigo. Contigo. Con todos. Con todo. Tú me das asco. Cuando te miro a los ojos. A la cara. A cualquier trozo de carne que forma tu cuerpo. Siento ganas de vomitar. Ganas de ausentarme. No quiero que mi blog se refleje en la puta pantalla de tu ordenador .O de tu portátil. Me da igual que me quieras. Sí. Me da igual. Soy depravado. Loco. Soy lo que nadie quiere ser. Soy un desecho social. Lo soy. Pero te guste o no, me da igual. Si te avergüenzas de mí, me la trae floja. Que te jodan. Al menos sé que mi blog está triunfando. Triunfando en el anonimato físico, no en el psicológico. Mi mente es mucho mas capaz que la tuya. La tuya, tu mente. Sólo sirve para leer los artículos de un blog de mierda. En vez de apagar ese trasto e irte a hacer algo mas constructivo. Algo mas coherente. Algo mejor para tu salud. Para tu salud mental. Vete en busca de una vida mas saludable y levantaté de ahí. Levanta de esa puta silla y apaga el puto ordenador. Hazme caso. Hazlo. Hazlo o te volverás un loco. Un mierda. Un marginado. Un desecho de la puta sociedad. Te volverás un YO.
Seguro que estás pensando que estoy como una puta cabra. Me da igual. Yo también lo pienso. Lo pienso de ti. Y te lo digo. Y te lo hago saber. Pero tú no me lo dices. Tú no te atreves. Tú tienes miedo. Yo. No.
Loco. Eres un loco. Eres una puta mierda. Un desecho. Lo eres. Y lo sabes al mismo tiempo que termino de escribir éste artículo de mierda. Me das pena. Y asco. Y diarrea...
Así va España. Va de puto culo. Como vas tú. Te dejas insultar y despreciar gratuitamente. Y pierdes tu tiempo. Tu libertad y dignidad, por un artículo de mierda. Yo te desprecio porque soy tu amigo y me puedo dar ese lujo. Pero no dejes jamás que te desprecien. Te insulten o te maltraten física o psicológicamente. No votes a los partidos políticos ni hagas caso de los formantes de esta puta sociedad. Utilizan la psicología barata. Como la que he usado yo en éste puto articulo. Pero sé. Lo sé con toda seguridad. Que éste artículo te ha sido imposible de dejar de leer hasta el final. Por muchas letras, rayadas o insultos y desprecios que te haya hecho no has podido con tu interés hacia mí y mi psicología. Lo siento. Siento lo que al pricipio no te dije. No te dije, que mi intención final en este artículo es, que al terminar de leerle pongas cara de invécil aunque ya la tengas.
Lo sé.
Lo sé porque te conozco...
Y tu a mí también.
Pero aunque te insulte. Aunque te falte al respeto. Continuarás viendo mi blog con esa cara de invécil. Eres un morboso. Un ignorante. Un retrasado. Eres un cara de invécil. Pero te gusta. Incluso, depende de tu personalidad, te estarás acojonando. Pero si te gusta ser un puto retrasado, te estarás riendo. Ja, ja.
No me gusta. Odio. Odio tu puta cara de invécil. Y sigues. Continúas. Continúas viendo éste, mi artículo, que no es el tuyo. Ni de nadie. Es mi artículo. Y no me agrada para nada que le veas. Que le critiques. Odies. O te dé ganas de defecar. Vomitar. Si mañana me ves, no me hables. Ni me dirijas la palabra. Pasa de mí. Ignoramé. Ignoramé como yo lo hago contigo. Contigo. Con todos. Con todo. Tú me das asco. Cuando te miro a los ojos. A la cara. A cualquier trozo de carne que forma tu cuerpo. Siento ganas de vomitar. Ganas de ausentarme. No quiero que mi blog se refleje en la puta pantalla de tu ordenador .O de tu portátil. Me da igual que me quieras. Sí. Me da igual. Soy depravado. Loco. Soy lo que nadie quiere ser. Soy un desecho social. Lo soy. Pero te guste o no, me da igual. Si te avergüenzas de mí, me la trae floja. Que te jodan. Al menos sé que mi blog está triunfando. Triunfando en el anonimato físico, no en el psicológico. Mi mente es mucho mas capaz que la tuya. La tuya, tu mente. Sólo sirve para leer los artículos de un blog de mierda. En vez de apagar ese trasto e irte a hacer algo mas constructivo. Algo mas coherente. Algo mejor para tu salud. Para tu salud mental. Vete en busca de una vida mas saludable y levantaté de ahí. Levanta de esa puta silla y apaga el puto ordenador. Hazme caso. Hazlo. Hazlo o te volverás un loco. Un mierda. Un marginado. Un desecho de la puta sociedad. Te volverás un YO.
Seguro que estás pensando que estoy como una puta cabra. Me da igual. Yo también lo pienso. Lo pienso de ti. Y te lo digo. Y te lo hago saber. Pero tú no me lo dices. Tú no te atreves. Tú tienes miedo. Yo. No.
Loco. Eres un loco. Eres una puta mierda. Un desecho. Lo eres. Y lo sabes al mismo tiempo que termino de escribir éste artículo de mierda. Me das pena. Y asco. Y diarrea...
Así va España. Va de puto culo. Como vas tú. Te dejas insultar y despreciar gratuitamente. Y pierdes tu tiempo. Tu libertad y dignidad, por un artículo de mierda. Yo te desprecio porque soy tu amigo y me puedo dar ese lujo. Pero no dejes jamás que te desprecien. Te insulten o te maltraten física o psicológicamente. No votes a los partidos políticos ni hagas caso de los formantes de esta puta sociedad. Utilizan la psicología barata. Como la que he usado yo en éste puto articulo. Pero sé. Lo sé con toda seguridad. Que éste artículo te ha sido imposible de dejar de leer hasta el final. Por muchas letras, rayadas o insultos y desprecios que te haya hecho no has podido con tu interés hacia mí y mi psicología. Lo siento. Siento lo que al pricipio no te dije. No te dije, que mi intención final en este artículo es, que al terminar de leerle pongas cara de invécil aunque ya la tengas.
Lo sé.
Lo sé porque te conozco...
Y tu a mí también.
1 comentario:
Buena rayada. Buena rayada. Una buena rayada. Me dejas anonadado. Inédito e inverosímil.
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